Es curioso pensar que el gas como lo conocemos (ese combustible indispensable para cocinar nuestros alimentos) se puede transformar a un estado líquido, pero, ¿Cómo es posible esto? Bueno, el gas líquido es una mezcla de propano y butano, comprimida a tal punto que cambia de estado.
Los gases licuados del petróleo o comúnmente llamados Gas LP se clasifican en dos tipos: butano y propano.
COMBUGAS: ¿QUÉ ES EL GAS L.P?
Estos se obtienen durante el primer proceso de refinado del petróleo, pero también suelen encontrarse adheridos del gas natural (derivados del petróleo).
El gas licuado de petróleo tiene que llevar un proceso de enfriamiento o licuefacción en donde se trabaja el gas a una temperatura de – 161 grados Celsius, con lo que se vuelve líquido, ocupando menos espacio y volviéndose más fácil de transportar.
Se transforma el gas a su estado líquido sólo para su transporte y cuando llega a su destino continuará con el proceso de regasificación, con el fin de que pueda ser utilizado para usos industriales, hidroeléctricas, consumo en los hogares y gas natural vehicular.
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